dimarts, 5 de juny del 2018

Del Primavera Sound a la industria: ¿dónde están las mujeres?

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Ir a algunos festivales de música en España consiste desde hace años en un desfile de machos en el que de vez en cuando aparece alguna mujer. Así, entre actos, prácticamente invisibilizada por un chorro de voz masculino, por lo general. Tras la última edición del Primavera Sound hablamos sobre esta cuestión con algunas de sus responsables y con algunas voces relevantes del panorama musical nacional.

Haim durante el Primavera Sound 2018.
En 2017, solo un 15% de los artistas que actuaron en los principales festivales de música españoles eran o incluyeron mujeres. Es un dato de un estudio que lanzó Ticketea el pasado año, usó sus propios datos para hacer un análisis de la presencia femenina en 20 eventos musicales: solo 154 de los 1.006 artistas confirmados en esas citas eran mujeres.No es ninguna novedad que la brecha de género afecta a todos los ámbitos, entre ellos a la cultura, y, con un panorama social tan encendido, estas cifras resultan cada vez más incomprensibles. ¿Lo bueno? Que se van viendo intentos por parte de organizadores y promotores por lograr cierto equilibrio. En el Primavera Sound, que terminó este pasado fin de semana, empiezan a nivelar esa brecha: según Mujeres y Música, en la edición de 2017 hubo 348 hombres y 50 mujeres, un 12,56%. Este año, el porcentaje de representación femenina ha llegado al 20,64%. Este año encabezaron el cartel artistas como Björk, Jane Birkin, Haim y Fever Ray; también Lorde, Maria Arnal, Hinds o Jorja Smith.
Una mejora que, en el caso del Primavera Sound, ha contado con otros cambios o iniciativas que dan forma y fondo a esta conciencia. La primera es la medida adoptada por el festival en contra del acoso y las agresiones sexuales; ha sido el primero en España en poner en marcha un protocolo de prevención y actuacióncontra estas violencias sexuales.
La segunda fue la entrega del galardón Primavera Award a la asociación Mujeres de la Industria de la Música (MIM), que desde septiembre de 2016 lucha por la igualdad efectiva de mujeres y hombres en este sector. Almudena Heredero, directora del Primavera Pro (punto de encuentro global entre expertos de la industria y músicos), explicó a los medios que “MIM no se basa solamente en la queja y la denuncia de una situación de desigualdad, sino que dedica su esfuerzo a lo proactivo, encontrando maneras de hacer viables aquellos proyectos musicales gestionados por mujeres y que trabajan en la integración de estas en la escena musical”.
Ver imagen en TwitteInformación y privacidad de Twitter AdsAlejandra Jiménez, otra de las socias de MIM, explica que esta asociación surgió de una reunión de treinta mujeres del sector musical que pusieron en voz alta muchos sentimientos que todas vivían a la vez. “De esa reunión, hace dos años, hasta ahora, ha habido una visible y palpable evolución. Eso me emociona”, declara. Para ella lo fundamental es que en los festivales de música todo el mundo se está planteando la cuestión de la presencia de mujeres. “Otra cosa es con qué medios dispones y en qué grado te quieres implicar. Creo que ya se ha sembrado la semilla y cada vez hay más festivales que lo tienen como una prioridad”.
Declara abiertamente que ahora la lucha va por otro lado, el que no se ve: las mujeres técnicas y que forman parte de las organizaciones. En ese sentido Jiménez explica que sería idílico que la política de cuotas no existiera pero que hoy por hoy son necesarias por la falta de paridad entre mujeres y hombres; algo que tienen muy presente las nuevas generaciones. Desde este colectivo, cuyo máximo objetivo es desaparecer porque significará que han conseguido la igualdad, están preparando el primer estudio de género dentro de la industria musical junto a algunas universidades y llevando a cabo muchos talleres y conferencias sobre por qué desaparecen de la escena musical varias mujeres durante la adolescencia.
Sobre cómo ve el presente y el futuro, Jiménez lo tiene muy claro: “Nosotras ya hemos hecho este camino y los hombres también lo tienen que hacer. ¡Tienen que ponerse las pilas muy rápido!. Entiendo que para ellos hay una parte educacional en la que también tienen que aprender a manejarse en este entorno, pero tienen un camino muy importante: ser feministas de verdad”.
Más allá del premio otorgado a MIM, la propia organización del festival admitía ser consciente de la brecha de género que a día de hoy sigue habiendo en la industria de la música. Joan Pons, jefe de prensa y comunicación del Primavera Sound, asegura que la forma de gestionar la presencia de mujeres en el festival a lo largo de las ediciones ha pasado por “tomar conciencia de que, quizá por una inercia acumulada de la que costaba darse cuenta, había un agravio comparativo con la presencia masculina en el mismo cartel”. "Pasó de ser algo en lo que quizá ni se pensaba a algo a tener presente en cada reunión de programación”.
Este acto de sinceridad no deja de ser atrevido y honesto, pero inevitablemente deja entrever algunas de las lógicas que hasta hace relativamente poco seguían imperando en algunas de las organizaciones más importantes a nivel internacional. Con tal de minimizar la brecha de género en el festival, Pons explica que “la idea general es que en cada escenario y slot haya un grupo femenino”. Además, admite que eso posibilita que quienes decidan hacer una cobertura de artistas femeninas la puedan hacer sin que eso implique ver únicamente tres conciertos a primera hora. Y la cosa va “más allá de lo cuantitativo, del porcentaje”. Matiza Pons que lo cualitativo también importa. Con ello se refiere a la visibilidad que da un escenario u otro. “En este sentido, la presencia en los dos escenarios principales es del 50%”, dice.
Por su parte, Gema del Valle —codirectora de Subterfuge Records— también habla de esa evolución experimentada en la industria musical y explica que a nivel creativo desde los comienzos han trabajado con una gran cantidad de mujeres (Undershakers, Los Fresones Rebeldes, Dover, Marlango, Najwa…). Ahora, varios años después, siguen trabajando junto a muchas mujeres artistas, entre ellas Anni B Sweet o Soledad Vélez.
Volviendo al Primavera Sound, cuando le preguntamos cómo vive la brecha de género en este festival, afirma: “La brecha existe en el mercado, en los consumidores y en la sociedad. Los festivales sólo son el reflejo de las demandas del público. No me parece criticable su cartel ni me parece justo venirles con exigencias de paridad. Son empresas privadas que son el reflejo del mercado y de los gustos de su público”. Una necesaria reflexión que nos lleva más allá de las meras críticas a los programadores de los festivales: “Los festivales viven de vender entradas y contratan las propuestas que creen que les van a ayudar a esto, sean hombres o mujeres. Hay que buscar culpables en los planes de educación, en algunos mensajes de los medios de comunicación (que siempre miden con mayor exigencia los proyectos musicales femeninos) y en lo que se inculca en cada casa para responder a por qué no hay más mujeres en la música, en los festivales o en la industria. Está muy bien protestar y sacar porcentajes que señalen la falta de presencia femenina, son ejercicios necesarios que debemos hacer. Pero hay que ir a la raíz del problema, no a su consecuencia”.
Así, seguramente el recorrido que queda por hacer hasta llegar a la paridad deba seguir pasando por la revisión de los modelos establecidos y las apologías dominantes; por una subsanación social que haga uso de la micropolítica planteada por Félix Guattari y devuelva a la arena de lo político el ámbito familiar, laboral, institucional o escolar, entre muchos otros. Que siga la revolución.




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